El verano antártico dura la mitad de cada año, teniendo su clímax en enero. Durante el verano el Sol siempre se mantiene sobre el horizonte, viéndose como si bajara desde el cenit hasta las cercanías del horizonte hacia las 0 horas... si bien, en lugar de desaparecer en ese momento, comienza nuevamente a ascender, de manera que durante seis meses se da continuamente luz solar sobre tan dilatada extensión. A los momentos de "noche" iluminada durante el verano se les llama noches blancas; por lo complementario... de este modo, durante los seis meses del invierno polar antártico (cuyo fulcro es en julio) la mayor parte del territorio se encuentra a oscuras o en penumbras, ya que el Sol se halla oculto tras el horizonte.
Aunque todo el sector antártico se ubica dentro de la zona de clima polar-nival, por lo que la nieve y el hielo son el denominador común, en la denominada Antártida Argentina se distinguen claramene dos zonas climáticas: una septentrional y otra meridional. La septentrional es bastante más cálida que la meridional, siendo también más húmeda y sujeta a precipitaciones casi continuas, casi siempre en forma de nevadas, aunque cada vez se hacen más comunes las aguanieves, e incluso las lluvias. De esta manera, en la región septentrional, hacia los años 80 las temperaturas medias veraniegas rondaban los 0ºC en enero, y las invernales promediaban los -59ºC, existiendo en las costas septentrionales de la Península Antártica y, especialmente en las costas de los archipiélagos, un bioma semejante al de la tundra .
La región meridional, especialmente la zona de la meseta polar, se caracteriza por la extremada sequedad atmosférica y las consecuentes escasísimas precipitaciones (todo esto, se entiende, debido a que el agua se encuentra casi de continuo bajo el punto de congelación).
Desde finales del siglo XX no se evidencia elevación alguna de las temperaturas en la zona. Pese a la gelidez, la radiación solar en las frecuencias del ultravioleta es elevada en gran medida a causa del agujero de ozono en la ionosfera, debido a motivos antrópicos (emisión de freón y gases fluoruroscarbonados en el hemisferio Norte).
Son frecuentes las auroras polares, intensificadas durante los periodos de manchas solares, así como las antelias, las ventiscas, los espejismos y los vientos blancos.
Pueden incluirse dentro de las condiciones climáticas otros curiosos fenómenos que se dan en el mar, como las polinias, que consisten en extensas regiones del Océano Glacial Antártico que se mantienen libres de congelación durante casi todo el año, debido a que las aguas cálidas provenientes de latitudes más bajas del Atlántico se hunden en la zona de Convergencia Polar Antártica bajo las aguas frías. Al chocar contra las barreras glaciares, las polinias afloran en determinados sítios, elevando la temperatura ambiente.
miércoles, 13 de junio de 2007
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